Crónicas de un vikingo en el Caribe (by CondorLuis)

Y después de algo más de un mes me digno a escribir un poco sobre mi aventura mexicana.

Ya no sé ni por donde empezar pero supongo que el inicio debería ser la llegada a Mérida, tras el leve paso de 2 días por Cancún (sin nada especialmente reseñable).

La primera impresión de Mérida fue muy buena: parques y plazas por todos lados, gente muy amable y según nos decían la ciudad más segura de México. Por supuesto, también tenía sus contras: muchas picaduras de mosquitos y arañas y muuuucho mucho calor (no hay lugareño que no pregunte primero por como fue la fiesta tras ganar el mundial de fútbol y despues por “cómo se siente el calor en Mérida”). Sin embargo... vean la foto.

El clima tropical tiene estas cosas...

Pero bueno, no tuvimos tiempo (Vicen, mi compañero desde la llegada) de disfrutar mucho del lugar las 2 primeras semanas, ya que teníamos que buscar un alojamiento lo más pronto posible. Finalmente entontramos una casita para los 3 que vinimos de Málaga por ¡220€ mensuales! todo un triunfo (estuvimos a punto de ir a otras 2 casas que nos costaban casi el doble). La casa tiene los muebles más básicos, hornilla y frigorífico. No tiene ni microondas ni lavadora, pero a cambio tenemos iguanas en el jardín y tarántulas en la entrada XD

Truck: El medio de transporte más auténtico

Por este tiempo solo tuvimos ocasión de salir una vez de fiesta a las discotecas playeras (al estilo Puerto Banús pero sobre la arena de la playa misma) y a ver los cenotes de Cuzamá. Los cenotes, son como unas pozas o piscinas naturales que supuestamente se crearon cuando el meteorito que extinguió a los dinosaurios cayó en el Golfo de México. Para llegar hasta los cenotes teníamos que tomar un autobus desde el centro de Mérida, luego una mototaxi y luego ir en truck (esto es, un carro que va sobre unos rieles tirado por un caballito). Esta, nuestra primera excursión, creo que será de las mejores, ¡los cenotes eran impresionantes!

Ahí abajo hay un cenote.

Ya lo siguiente fue el inicio de clases. Cuando estoy en clases es como si hubiera vuelto al colegio a la ESO: deberes para hacer todos los días y pasando la lista a diario (solo se puede faltar máximo al 20% de las clases para poder ir a exámen). Lo bueno es que como casi siempre (excluyendo a los autobuseros y poco más) la gente es muy amable y tratan de apoyarte en todo, tanto profesores como compañeros.

Ana, la triple corresponsal del bankito

Y es entonces cuando llega Ana (por fin :P). Con ella estuvimos en la playa más cercana (a unos 25 minutos en autobus de casa), en el cenote Ik Kil (precioso) y en Chichen Itzá, unas ruinas mayas incluidas entre las 7 maravillas del mundo moderno. Este lugar también es impresionante, quizás demasiado turístico, pero es normal… el sitio lo merece.

Chichen Itzá

Cenote Ik Kil

Por supuesto, también llevé a Ana a tomar unas cervezas y a conocer a nuestro grupito de gente de aquí. En este grupo habemos gente de todas partes (de muchas zonas de México, de Colombia, Alemania, Austria, unos extremeños e incluso un granaino).

Con este grupito de amigos (a los que muchos habréis visto por el caralibro) hemos salido un par de veces más por zonas de marcha, he ido a ver unos manglares (donde por suerte o por desgracia no nos encontramos con ningún cocodrilo :P) después de empalmar de una fiesta y también hemos hecho nuestra primera fiesta en casa.

Y bueno, este es un “breve” resumen de lo que hasta ahora ha sido el viaje por Yucatán. Ya en 2 semanas voy a Aguascalientes con Ana, Candela, Rosa, los padres de Cande (XD) y Ufa, el compi de las niñas.

Antes de terminar mi primera colaboración bloguera quería daros recuerdos y saludos a los malaguitas que estais de exámenes en la biblioteca (basta ya de pasillo y banquito y poneros a estudiar mamones XD).

Saludos, y nos vemos proximamente por el banquito, aunque sea en este desparramao.

Mérida, 18:30