lunes, 20 de diciembre de 2010

Valparaiso

Después de llegar de Patagonia, sabía que la estancia en Osorno empezaba a acabarse, al igual que mi tiempo con mis compañeros de viaje, así que empezamos a plantearnos hacer un último viaje los 4 juntos (Lynn, Gabriel, David y yo). Lynn quería ir a la playa, además conocía una chica en Viña del Mar, Gabriel y David no tenían preferencias y yo necesitaba ir a donde fuese, para poder pensar un poco claridad, ya que empezaba a pensar darle un giro a mi planteamiento respecto al viaje y a mi futuro académico. Además también me apetecía ir a esa zona, aunque David y yo ya la conocíamos de nuestros primeros días aquí, ya que mi amigo Nico (el ruso) estaba en Santiago, también de beca iberoamericana, y me apetecía verlo.

Mapa de Valparaiso y Viña del Mar

Así que después de dudar sobre el día de partida nos fuimos dirección Viña del Mar (miércoles 11 de noviembre) con una pequeña mochila cada uno y sin saber cuántos días iba a durar el viaje. Llegamos a Viña por la mañana y nos fuimos a dar una vuelta por la zona de la costa mientras hacíamos tiempo para que la amiga de Lynn, Heidi, terminara sus clases. Después de comer nos fuimos hacía Con Con, una ciudad al norte de Viña donde hay unas dunas de arena espectaculares, donde pasamos la tarde.

David y yo en las dunas de Con Con

Vista de Valparaiso y Viña desde las dunas

A final de la tarde regresamos a recoger nuestras mochilas, ya que Gabriel y yo teníamos que buscarnos un hostal para dormir, ya que habíamos intentado buscar couchsurfing pero sin suerte. Decidimos hacerlo en Valparaiso ya que es mucho más barato que Viña. Después de buscar por sus empinadas calles, encontramos uno que nos gustó. Por la noche Gabriel y yo nos fuimos a dar una vuelta y a cenar algo, con una sobremesa de lo más interesante. Después nos fuimos con Lynn y David a una fiesta a casa del novio de Heidi (un americano más seco que un poloflash de apio).

Por la mañana (viernes 12 de noviembre) los dos nos fuimos a recorrer el Cerro Bellavista y a visitar la casa de Pablo Neruda, el centro, y la parte norte de la ciudad.

Mural de Valparaiso en el Cerro Bellavista

La Sebastiana, casa de Pablo Neruda

Por la tarde nos fuimos con David y Lynn a visitar la zona del puerto y a tomar algo mientras hacíamos tiempo para ir a casa de Sophie, una chica de couchsurfing, donde nos quedaríamos Gabriel y yo durante un par de día. La casa estaba en el Cerro Alegre, y era una casa muy hippie llena de instrumentos musicales y con unas vistas increíbles de la ciudad. Sophie era una chica alemana que estaba de beca en Chile, pero que hablaba perfectamente español (o sea que si me dice que es de Cuenca me lo creo), hippilonga y super simpática. Al rato de llegar y mientras preparábamos la cena llegó Olivier, un hippie francés que estaba de beca en Santiago y que se habían conocido en un taller de malabares unas semanas antes. Olivier casi merecería una entrada aparte porque es un personaje increíble, su forma de hablar es muy graciosa porque aprendió español cuando llegó a chile y habla español, con acento francés pero usando miles de modismos chilenos, además de ser súper expresivo. Después de cenar quedamos con David y Lynn y nos fuimos a una fiesta punk en una casa Okupa, el sitio era bastante extraño, era una casa de 3 plantas a la que le faltaba el suelo del salón, entonces el sótano no tenía techo, y allí además del concierto había gente haciendo skate, perros, punkies que iban desde los 14 hasta los 40 años, también había unos punkies haciendo sopaipillas (comida típica chilena, una especie de pan frito) en una cocinilla portátil; un sitio de lo más variado, pero la verdad que lo pasamos genial.

Fiesta en la casa okupa

Cuando nos levantamos (sábado 13 de noviembre) preparamos un desayuno-almuerzo de lo más variado.
Sophie, Gabriel, Olivier y yo con nuestro desayuno-almuerzo

Olivier en estado puro

Por la tarde Gabriel, Olivier, Lynn, David y yo nos fuimos a pasear por la ciudad y al Cerro Artillería, donde vimos una obra de teatro de marionetas genial. Después nos fuimos al otro lado de la ciudad para ver una de las exposiciones del Forum de las Culturas, que este año se celebra en Valparaiso. Desde allí estuvimos viendo a los leones marinos prepararse para pasar la noche, las aves marinas haciendo sus últimas capturas del día y un precioso atardecer con la ciudad iluminada al fondo.

Trolebus por las calles de Valparaiso

Ascensores del Cerro Artillería

Teatro de marionetas

Después de cenar quedamos con Sophie para tomar algo, y nos fuimos a hacer botellón a un descampao que hay en alto en el centro de la ciudad. Allí estuvimos charlando y tomando unas cervecitas y unas copitas, mientras hacíamos el tonto con la cámara de fotos haciendo dibujos con la luz. Después pasó una de las anécdotas más curiosas del viaje, cuando a Olivier se le cayó una pelota de malabares por el precipicio y se tiró a buscarla como el que va a comprar pan. Tardó más de una hora en regresar, ya que era casi una pared vertical de casi 100m y con la vegetación muy alta, regresó hecho pedazos jajajja.

Botellón

El regreso de Olivier

Después de esto unos cuantos nos fuimos a dormir y otros se fueron otra ve a la casa okupa, pero volvieron pronto ya que el tema de la fiesta era de colgar a gente con cadenas de los piercing del cuerpo y al parecer era bastante desagradable.

Lynn me había comentado hace tiempo que le hacía ilusión ver un partido de futbol en directo, y nos habíamos enterado que el equipo de Valparaiso, Santiago Wanderers (que juega en primera), jugaba en casa contra Ñublense y las entradas eran muy baratas (desde 3€), así que después de comernos unas empanadas, Lynn, Gabriel y yo nos fuimos al partido (domingo 14 de noviembre). Compramos la entrada más barata y cuando entramos nos dimos cuenta que nos habíamos metido en la zona de los ultras (los Panzers), y os recuerdo que esto es Sudamérica, donde el futbol de vive a tope. El partido no fue gran cosa, empate a 2, poco futbol y muchas patadas, pero el ambiente fue increíble. Jamás en mi vida había visto tantos antidisturbios juntos, pero es que esta gente está loca. Las celebraciones de los goles consisten en tirarles botes de humo y todo lo que tengas a mano a los policías. La verdad que no paran de animar en todo el partido y viven el futbol de una manera muy efusiva y especial.

Entrada del estadio

Los Panzers

Celebrando los goles

Las fuerzas del "orden"

Después del partido fuimos a recoger nuestras mochilas y nos despedimos de Sophie (que fue una anfitriona increíble), ya que nos íbamos a Santiago.

Sed buenos

12.05h. Arica. Chile

viernes, 10 de diciembre de 2010

Ushuaia

La noche que llegamos (martes 19 de octubre) nos fuimos dar una vuelta por la ciudad y a cenar a un restaurante de pescado que nos habían recomendado y nos pegaron un clavazo de cuidao, luego nos fuimos a dormir que el día había sido largo.


Para mi llegar a Ushuaia suponía muchas cosas, era un sueño de niño, ya que recuerdo siendo pequeño ver junto a mi padre el programa de Álvaro Bultó Ushuaia: la última frontera y era un poco la meta final de este viaje, así que cuando llegué me desinflé un poco, había disfrutado tanto en el camino y había conseguido llegar a mi destino, que estar allí ya no tenía tanta gracia. Además seguía cabreao con los argentinos por sus políticas de diferencia de precios. Pero bueno, busqué un poco dentro de mí y, como diría una que yo me sé, positivicé.

Por la mañana (miércoles 20 de octubre) hablamos con los chavales del hostal para ir al Parque Nacional de Tierra del Fuego, y nos dijeron que la única manera era contratar un microbus que te llevaba y te recogía. El microbus pasó a buscarnos a los 4 (Lynn, Luca, Florent y yo) un rato después y allí nos fuimos. La verdad que a pesar del precio de la entrada (por supuesto 10 veces más caro para los extanjeros) y que la única información que nos diesen fuese un mapa de senderos fotocopiado, el sitio es increíble. Nos fuimos andando por todo el borde del Canal Beagle, con un día excepcional, con unas calas paradisiacas de aguas transparentes (aunque el agua estaba pa mirarla y no tocarla), en mitad de un bosque que llegaba hasta escasos metros del agua. El sendero de unos 15km concluye en la Bahía Lapataia, el lugar donde acaba la Ruta 3, junto a uno de los monolitos que hacen de frontera con Chile, y un lugar que tiene el simbólico honor de ser considerado “el fin del mundo”. Desde allí regresamos al hostal y nos fuimos a una “quedada” que Lynn había organizado con algunos de las personas que viajaron en el barco con nosotros.

Ushuaia

Preparándonos para iniciar el camino. Bahía Ensenada

Calita

Canal Beagle

Vista del Canal Beagle con una pareja de Cormoranes de cuello negro (Phalacrocorax magellanicus)

Otra vista del Canal Beagle

Sendero

Vista del canal desde el bosque

Mítico cartel de Bahía Lapataia

Bahía Lapataia

Al día siguiente (jueves 21 de octubre) decidimos hacer un poco el vago, y salimos a comprar algunas cosas para cocinar en el hostal. A la comida se unieron un chico francés (Antoine) y una chica belga de origen vietnamita (Kim), que habían llegado la noche anterior al hostal. Por la tarde salimos a recorrer un poco la ciudad y mirando los precios de las demás actividades que ofrecía la ciudad, pero todo era una locura. Por la noche habíamos quedado con unos tipos argentinos que estaban alojados en el hostal en hacer un asado, así que compramos todas las cositas, y nos pusimos manos a la obra. A la mesa había seis argentinos (entre ellos los 2 dueños del hostal), dos franceses, una belga, una estadounidense, un italiano, un colombiano y un españolito (el que escribe). La verdad que fue una experiencia muy divertida.

Puerto de Ushuaia

Vista de la ciudad desde las montañas

Asado internacional
Calopteryx (y AVAFES) en Ushuaia

Por la mañana había que comenzar el regreso, y pretendíamos hacerlo de la misma forma que habíamos llegado, haciendo dedo. Eso lo contaré otro día.

Sed buenos

01.25h. Santiago de Chile. Chile

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Ahora sí, Destino: Ushuaia

Después de un poco de retraso continúo contando la historia de mi viaje por la Patagonia, pero es que esto de viajar tanto hace que se me acumule el trabajo jajajaja. Ahora también tengo la excusa de que he estado liado con los exámenes.

Mapa de Tierra del Fuego

A pesar de que rondaban por nuestra cabeza lo difícil que iba a ser llegar a Ushuaia y que nos podíamos quedar tiraos a medio camino, teníamos muchas ganas de intentar llegar al destino final de nuestro viaje a dedo (martes 19 de octubre). Después nos enteramos lo que decía Google de nuestro viaje (pincha aquí).

Estuvimos como 20 minutos haciendo dedo, hasta que un hombre se acercó y nos dijo que en ese sitio era difícil que alguien nos recogiera, que si queríamos nos sacaba de la ciudad, y que allí sería más fácil. Nos llevó unos 20km a las afuera de Punta Arenas y se despidió de nosotros, no sin antes insistirnos en que iba a ser difícil llegar en un solo día, pienso que más bien quería decirnos que estábamos locos y que nos fuésemos en bus.

Un poco en mitad de la nada estábamos haciendo dedo y en 5 minutos nos recogió Ariel, un empleado de la empresa nacional de petróleo, que el cruce de Punta Delgada le pillaba de camino, así que decidió llevarnos, explicándonos que desde donde nos iba a dejar había 16km hasta el barco, y que desde allí algo más de 500km hasta nuestro destino. La verdad que fue muy amable, fue explicándonos la historia de todas las partes por las que íbamos pasando y se detenía para que hiciésemos fotos, sin que se lo pidiésemos.

Barco abandonado en el camino a Punta Delgada

Cuando llegamos al cruce, como a 160km de Punta Arenas, dijo que nos llevaba hasta el barco, que iba bien de tiempo y que sólo iban a ser 30km ida y vuelta. Nos dejó junto al barco, donde una larga cola de camiones y coches esperaban. Es un sitio muy curioso porque la carretera se mete en el mar. Cuando llegó el transbordador, el capitán nos miró con sorpresa de que fuésemos andando, y nos dijo que pasásemos (gratis).

Transbordador en el Estrecho de Magallanes

Montados en barco escuché como alguien desde tierra estaba gritando mi nombre, era Luca, que iba desde Río Gallegos a Ushuaia en bus, pero tendría que esperar al siguiente barco para cruzar, le dije el hostal al que íbamos a ir y quedamos en vernos allí (si es que éramos capaces de llegar). Ese día el Estrecho de Magallanes (algunos ya sabeis lo que supondrá cruzar el Estrecho de Magallanes) estaba bastante agitado y un fuerte viento hizo divertido el trayecto de 20 min.

Camiones entrando en el barco

Mi amigo Luca

En el barco con el continente al fondo

Estábamos en Tierra del Fuego, la isla más grande de Sudamérica, donde la escena era igual de graciosa, la carretera salía del mar. Ninguno de los 4 camiones que estaban en el transbordador nos quiso llevar, así que no sentamos a esperar que viniese otro barco con coches, para probar suerte.

En Tierra del Fuego

Esperando a que viniese un barco para que llegasen coches

En cuanto llegó el siguiente barco nos recogieron dos chicos en una pequeña furgoneta, que venían desde Punta Arenas y se dirigían a un pequeño pueblo llamado Onaisín (como a 150km desde donde estábamos), y que quedaba a 50km de la frontera de Argentina. El camino fue todo por carretera sin asfaltar, ya que la mitad de la isla es chilena y la otra mitad argentina, y en la mitad chilena no hay nada, así que pasan de asfaltarle la carretera para los argentinos. Ambos chicos, hermanos, trabajaban en las labores del campo, principalmente esquilando ovejas. Como a 6 km de su pueblo nos dejaron en un cruce, que se dirigía a la frontera, no os podeís imaginar el sitio, estábamos realmente en mitad de la más absoluta nada, un cruce de carriles en mitad del desierto, donde no había absolutamente nada, más que tierra, pequeños arbustos y un fuerte viento.

Un cruce en mitad de la nada

En menos de 5 minutos estábamos montados en un camión que nos dijo que nos podía acercar como 20km más a la frontera, y que nos dejó un poco más en mitad de la nada, donde sólo había la entrada de una estancia (como un rancho) y un guanaco que nos miraba como diciendo “y esos dos gilipollas que hacen aquí”. En menos de 5 minutos pasaron 2 chicos argentinos que trabajaban en una empresa petrolera y que nos llevaron en un Toyota Land Cruiser Full equipe y tope de gama, hasta Río Grande (como 200km) a una velocidad que acojonaba (una media de 170km/h) por carreteras sin asfaltar. Nos comentaron que buscáramos algo para dormir en esa ciudad, ya que se hacía tarde (eran como las 17.00h) y si salíamos no teníamos más que un pequeño pueblo, y si se hacía de noche nadie nos iba a recoger. Por supuesto no les hicimos caso, creíamos que aun nos daba tiempo.

Rio Grande. Lo que nos quedaba

Este fue el punto más crítico de la aventura, ya que estuvimos más de una hora y media, con un frío que te cagas y empezaba a llover, pero cuando ya pensábamos en ir a la estación de bus apareció un gracioso tipo de Buenos Aires que vivía en Tolhuin (un pequeño pueblo que construyeron hace uno 30 años para que hubiese algo entre Rio Grande y Ushuaia, y que está justo a 100km de ambas ciudades). Un simpático hombre nos contó sus aventuras de mochilero y la verdad que nos contó muchas curiosidades sobre la zona. Nos dejó en este pueblecito, avisándonos de que si se hacía de noche nos pillásemos un bus hasta Ushuaia o nos quedásemos a dormir allí.

Estuvimos haciendo autostop con un frío para morirse, empezaban a caer algunos copos de nieve, el viento era muy fuerte, el sol se había escondido y Lynn empezaba a tiritar y no podía controlar en castañeo de sus dientes. Cuando ya casi habíamos desistido, y pensabamos en concluir nuestro viaje en bus, nos recogío un simpático hombre, que nos llevó en un coche super pequeño en el que teníamos que llevar la cabeza torcida para no pegar con el techo y además con las mochilas en lo alto. Desde Tolhuin a Ushuaia hay una cordillera con un paso de montaña donde empezó a nevar, pero que no consiguió que este personaje redujese la velocidad. Nos llevó hasta el hostal, bien entrada la noche, donde se suponía habíamos quedado con nuestros amigos.

Objetivo conseguido

Lo habíamos conseguido, de Punta Arenas a Ushuaia sin gastar un céntimo y en un solo día (12 horas). Cuando llegamos al hostal, estaban Luca y Florent, que habían llegado 5 minutos antes que nosotros.

Nuestra estancia en Ushuaia merece una entrada aparte.

Sed buenos

14.30h. Santiago de Chile. Chile

viernes, 26 de noviembre de 2010

Cómo parar un tren..o la Familia en la Riviera Maya...

Buuueno aqui estamos las hidrocálidas, aunque de cálidas ya solo nos queda el recuerdo del viaje a Yucatán que os vamos a contar, porque la verdad es que aquí en Aguas hace ya bastante pelete..

Empezamos nuestra aventurilla quedando con Rous en Guadalajara para agarrar un avión rumbo a Mérida. La llegada fue estupenda, incluso con el tortazo de calor nada más bajarte del avión. Era 23 de Octubre, cumple del Papa, el Edu, o de la rubia de cayo coco. Por fin la parte de la Familia que estaba en México estabamos juntos.



Esa noche celebramos el cumpleaños a lo mexicano. Muuuchos mexicanos y mucha música de banda, regeton, salsa, heroes y mago de oz.. tuvimos que esperar a que se fuesen todos para darnos una sesion de triana la familia en solitario. En el cumple no faltó tekila, piñata para romper con palos, y el edu celebrando sus 23 años cambiando los punteos de guitarra por movimientos sexis de regeton...




Al dia siguiente cruda de la muerte y poca productividad, lo unico que sacamos en claro es que nos íbamos al caribe. Y así fue. Rentamos un carro al día siguiente y nos pusimos rumbo a Playa del Carmen.



El Edu condujo todo el camino y nosotras nos emborrachamos. Llegamos a playa del carmen por la noche y nos pegamos la primera fiestorra en los bares. Al final terminamos las 3 en la tarima de la Coco Bongo bailando...


Al dia siguiente nos fuimos para Tulum. Todos estos lugares estan en el estado de Quintana Roo, en la parte de la Riviera Maya de la península de Yucatán. Allí quedariamos con los papas de Cande. En Tulum hay unas ruinas preciosas a pie del caribe. Pero realmente lo mejor de ese dia no fueron las ruinas, fue ver a nuestra Rosa parar un tren de esos que llevan guiris de un lao a otro. Resulta que nada mas llegar a las ruinas quisieron timarnos con el precio de las botellas de agua y ademas nos hiceron aparcar el coche a 1km de la entrada para que tubiesemos k coger el trenecito ese pagando 20 pesos. Como estabamos indignaillos nos fuimos andando y al ver pasar el tren pensamos k iba lo suficiente lento como para subirnos por el lao cuando pasase cerca nuestra.

Alli k vamos las tres fichajes y echamos a correr al lao del tren mienstras edu nos miraba pensando k eramos unas motis de la vida, y en ese momento el conducor nos ve y acelera y nosotras 2 nos damos cuenta k aquello no tenia futuro pero rosa que es la mas valiente alli que se lanza con la mochila, la camara, las gafas en la cabeza y una manta de colores en lo alto. Intentó agarrarse (Edu: si es verdad que lo intentó, lo intentó muy poco XD) pero rebotó por la inercia y salio rodando por la carretera..el trenecito lleno de guiris paró y to el mundo empezo a mirar y a gritar k si rosa estaba bien..se bajo el guia, el conductor..y nosotros miramos pa otro lao muertos de verguenza... pero bueno rosa estaba bien y nos reimos un chingo.






Despues de todo pasamos un dia fantastico con nuestro primer baño en el Caribe y con las ruinas super bonitas. Por la tarde quedamos ya con los papas de Candela en otra playita cercana y esa noche dormimos en unas cabañas de la playa los 4 juntos.



Acabamos borrachisimos bebiendo tekila a morro y bañandonos en el caribe a las 5 de la mañana...

Al dia siguiente nos fuimos nosotros 4 y Paco y Lola a Punta Allen, pero nos quedamos en el camino porque la carretera no era tal carretera, solo eran baches y charcos de profundiad desconocida. Cuando en uno de ellos el agua llego a la ventana nos dimos la vuelta. Pero en ese camino nos encontramos las mejores playas caribeñas del viaje... vimos un cocodrilo... y paramos en un mirador desde donde se veia la selva, el mar, manglares y una laguna...






Esa noche volvimos a dormir en las cabañas en la playa de Tulum, ya sin borrachera.

Por la mañana del dia siguiente estuvimos en 2 cenotes increibles,





y por la tarde nos fuimos a Akumal, otro pueblo de la costa donde buceamos con tortugas en un arrecife de coral, vimos 2 peces escorpión y rosita vio un tiburon.





Por la noche dormimos en playa del carmen sin tener muy claro donde ibamos al dia siguiente.

Amenecio lloviendo, pero nos dio igual y terminamos en Isla Mujeres, una isla en frente de Cancún.









Estuvimos toda la tarde en la playa hasta la puesta de sol, y nos fuimos al albergue..demasiado desfase.. Muuucho ron..muuucho baile..muuchos niños wapos..sexo..drogas..y rock & roll.. (bueno, rock & roll lo que menos...) enfin un amanecer estupendo.


Al dia siguiente quien pudo buceo otra vez (que solo fue cande por motivada) y los demas en playita al sol, recuperandonos, hasta que agarramos el ferry de nuevo por la tarde y ya separamos nuestros caminos.

Edu y Ana fuimos para un lado y Cande, Rous y los papas de Cande fuimos pa otro.

Que os cuenten ellos..

Al habla Rosa! Apuntar que después de esa fiesta de sexo, drogas y rock and roll, me levanté a las 8 de la mañana para bucear 3 minutos, marearme y padecer la peor resaca de mi vida... pero bueno, estuvo chida la noche... aunque siempre pensaré que hubiera cambiado dos cubatas o dos horas de fiesta por bucear un rato más en esa playa. Candela y sus padres vieron peces loro, una manta raya gigante, un chingo de peces de rayas que te perseguían y otros que simplemente estaban tranquilitos en el Caribe.

Nos volvimos en el ferry disfrutando nuevamente de ese azul celeste imposible que solo existe por esa arena de trocitos de coral, esa luz y esa tranparencia del mar. Nos separaríamos al llegar, Edu y Ana se fueron con un coche a correr aventuras maravillosas! y los demás, Lola, Paco, Candela y yo nos ibamos para la "Fachadolid" mexicana, una ciudad que resultó encantadora por sus casas bajas con fachadas sencillas y bonitas.

Dormir en Valladolid tenía el objetivo de quedar medianamente cerca de Chichen Itza. Al día siguiente nos levantamos tempranito y nos fuimos para una de las Nuevas Maravillas del Mundo Moderno. Bajo un sol abrasador disfrutamos de todo aquel entorno. Pirámides escalonadas, edificios de culto con muchos bajorrelieves, el juego de pelota, el Templo de las Mil Columnas, El Cenote Sagrado, El edificio del Observatorio... y regalitos, más regalitos... Muchos mexicanos que aun hablan maya se buscan la vida vendiendo preciosos artículos de artesanía al precio más caro posible.





Una de las cosas que más nos asombró fue el eco metálico que rebotaba de uno de los laterales de la pirámide principal mientras los guiris daban palmas a unos metro animados por un guia. Justo en ese lado de la pirámide las escaleras terminan en dos cabezas de serpiente, símbolo de Kukulcán. Wiki lo ha explicado mejor que yo, la cosa es que nosotros no vimos eso, pero quería que vierais lo exacta que es esa construcción, por que realmente ahi reside su grandiosidad. Ese no es más que uno de los miles de detalles que tiene esa pirámide.





Esa noche dormimos en un hotel muy chulo cerca de Chinchen Itza y a la mañana siguiente nos veríamos cerca de Mérida con Ana y Edu en unos cenotes en mitad de mil carreterillas y pueblecillos imposibles para orientarse. Fue increible pero ambos coches nos perdimos sin saber hacia donde ir y nos encontramos mutuamente en un cruce. Ana incluso tuvo el pensamiento de "vamos a preguntarle a esa gente" fue muy gracioso. Así juntos antes de lo previsto, seguimos buscando y nos fue mejor. Llegamos y contratamos los servicios del "trenecito". Unas vias que fueron contruidas en 1880 para la explotación de algo parecido al Agave, son ahora el medio de tranporte para llegar a un conjunto de tres cenotes. Nuestros conductores y el caballo nos daban como media hora para cada cenote, uno de los cuales a sido uno de los más bonitos que he visto. Lo cierto es que las infraestructuras están en clara decadencia rozando la peligrosidad tanto por las vias y el tren, como por las maderas humedas que parece que no aguantan nada. Pero el paseo merece la pena. Lástima no poder mostraros imágenes de esos agujeros celestes, mi cámara no pudo más y se quedo out.

y ahíii dejo al Edu compadreee

Ahora viene la escritura masculina (espero que cambieis el tono de narración a uno más viril). También espero tener menos faltas de ortografía que el resto de mi familia... ejem.

Retomo el viaje en la separación en el puerto Punta Sam de regreso de Isla Mujeres después de la noche de más desfase desde que estoy en México. Ana y yo nos encaminamos hacia Cobá, un pueblito que es una calle, pero que tiene una laguna con cocodrilos y uno de los mayores conjuntos de ruinas mayas. También tiene una de las pirámides más grandes construidas por los pueblos prehispánicos, y a la cual, a diferencia de Chichen Itza, se puede subir por unas escaleras vertiginosas. Desde arriba se podía observar selva hasta perderla por los 360º de horizonte y alguna ruina maya escondida entre la arboleda. Más la disfrutamos por estar solos allí arriba (es lo que tiene llegar antes de que "abran las ruinas" porque no te enteres de que sigue existiendo el cambio horario... si es que semos mu listos).

Seguidamente nos dirigimos a Punta Laguna, una reserva natural. De camino vemos una agencia de tours que, según pudimos ver, organiza excursiones a auténticos poblados mayas aunque forzando un poco la situación hasta sentir lo poco natural que es lo que allí se ve. Aún así no faltaba el abuelo que no solo sabía hablar maya, el ritual maya del día de muertos con un altar con ofrendas al difunto (Hanal Pixán) y gallinas correteando entre las casas. Ya en la reserva vamos con un guía que nos lleva a ver monos araña, nos enseña ruinas semidestruidas y nos hace pasar por un camino por el cual están cruzando unas hormigas (al menos 20 metros que tuvimos que ir corriendo porque estaban llenos de estas hormigas, incluso así a Ana le atacaron algunas XD). Después baño en la laguna y a seguir.

Lo siguiente fue parar en Valladolid para visitar un cenote. Baño y a seguir de nuevo hacia el destino final: Izamal. Por el camino pasamos decenas de pueblos, el uno clonado del otro, y vimos todo tipo de animales domésticos (y alguno más salvaje, aunque no tanto como el Cachoperryx, el Condorluis o el Gorrión de Tanque).

En Izamal, nos encontramos la feria del pueblo que se resume en: 3 cacharros de feria, 40 puestos de comida (aunque solo había 2 variedades: o salchichas y patatas o mazorca) y 40 futbolines. Aún así lo pasamos bien dando un paseo, nos tomamos entre los 2 unos litros de cerveza y 2 más con Avimael, el más borrachillo de la feria a las 10 de la noche y el cual se definía a si mismo como "Rolador, paseador y chelero (cervecero)" lo cual nos quedó bastante claro después de repetirlo unas 50 veces XD.

Al día siguiente visitamos unas ruinas mayas dentro del pueblo (una ruina que está en mitad de una manzana: como el que tiene en su barrio un polideportivo ellos tienen una pirámide...). Aluego vamos al encuentro con el resto del grupo en los cenotes de Cuzamá.





Después de eso rápido para Mérida de vuelta para devolver el coche. Esto fue impedido por un control policial que trató de buscar insistentemente algun tipo de estupefaciente (es muy gracioso que un policía te frote tus pulgares y te los huela en busca de algun resto de cannabis, sobre todo cuando no has tocado marihuana o polen en meses).

Ya en la noche vamos a uno de mis baretos preferidos de Mérida, con un patio con arbolitos, buena comida, muuuchos mosquitos y reagge (y rock con suerte, aunque Rosa no lo crea). Y fué en la mañana siguiente cuando de nuevo empieza la desmembración por un mes y medio de la familia mexicana.